Como bien sabemos, toda causa tiene su efecto.
Es la más que conocida “ley de la causa-efecto” que todos alguna vez hemos intentado aplicar en nuestro día a día…
El crecimiento de la Escuela de Fútbol Sala Castelldefels tiene detrás suyo TODO UN GRAN TRABAJO de coordinación. De “Sacrificio” por parte de una serie de personas que lo han dado todo por la educación de los jugador@s, dedicándoles muchas horas de trabajo, de insistir en una forma de transmitirles una educación basada en unos valores aplicables al 100 % en la vida.
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| un grupo humano |
El Respeto por unos compañeros, el respeto por el rival o el propio árbitro. El saber dar lo mejor de si mismo en cada momento, ser buen compañero, saber ofrecer nuestra ayuda en los momentos difíciles que puedan pasar los demás. Ser disciplinados, saber cuando el momento requiere seriedad o no. Inculcar a los más pequeños que la igual de género en el deporte y por supuesto en la vida es posible. El ser chico o chica no tiene por qué hacernos diferentes. La insistencia de saber que los objetivos están para cumplirlos, que estos no deben ser sueños, deber ser viables, marcarnos metas…
Se empezó trabajando la temporada 2010/11 con 2 equipos prebenjamines y 1 equipo femenino base.
Les enseñamos de la mejor forma posible, entre otros, los valores explicados anteriormente. Quisimos hacer partícipes a las familias en esta llamada “trilogía” (Familia-Jugadores-Club) de la forma en que queremos transmitir nuestra educación. Hacer que estas fuesen parte importante dentro del club. Que los jugadores/as viesen en cada momento la buena sintonía existente entre los padres, el “buen rollo” que se generó en las gradas en cada partido, las salidas propuestas por los propios padres donde todos los futbolistas compartieron algo más que el futbol sala… Palpaban que la EFS Castelldefels era más que un simple lugar de desfogue donde entrenar a fútbol sala, era una familia.
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| una gran familia |
Pues bien, esta “causa” de buen trabajo, de buenas maneras de hacer prevalecer la educación en valores de los futbolistas por encima de la mera práctica deportiva del fútbol sala, ha traído consigo un “efecto” multiplicador en número de jugadores y de equipos. Todo un premio a una gran gestión extra deportiva. Pasar de tener 3 equipos en la escuela a tener los 10 actuales es considerado por nosotros todo un éxito pero a su vez todo un reto de gestión administrativa y deportiva.
Siempre he intentado hacer creer a mi “grupo de trabajo” que el ir poco a poco, estructurando y planificando, conociendo nuestras virtudes pero también nuestros límites, buscando soluciones a los problemas, empezar la casa por los cimientos, todas estas causas tendrían su efecto, nos colocaría donde debemos estar, donde estamos actualmente. Hemos crecido, SÍ. Pero hemos sabido crecer.
Podemos decir que con más de 120 jugadores y jugadoras de entre 3 y 14 años, nos consideramos una escuela deportiva dentro del fútbol sala, podemos estar satisfechos del trabajo realizado, y sabedores que la opinión de las familias satisfechas durante la pasada temporada nos ha ayudado en este aumento. Pero no podemos vivir del pasado. Hemos de seguir con nuestro proyecto educativo-deportivo en el que la Escuela de Fútbol Sala Castelldefels está inmersa. Un proyecto colectivo de transmisión de valores que busca la formación de personas por encima del resultado deportivo propiamente dicho.
La VIDA es el gran partido que nuestros jugadores y jugadoras deben saber competir. Pongamos tod@s nuestro granito de arena y ayudemos a nuestros peques a saber competirla.
EFS Castelldefels.
